Mi elegía
¿Por qué el dolor de cada día se traduce en nuestros sueños en la escena repetida de la narración que nadie escucha?
-Primo Levi
Esta tajada amarga
¿ cuando inicia o en que atajo se pierde,
tan lerda y repudiada?
El tamo del mutismo inamovible
lo remueven mis manos,
se va petrificando a mi costado.
Se sucedió el albor
como mordisco fosco en la garganta
y sólo permanecen
de aquella aurora matinal pavesas.
Aunque me arranque la piel,
aunque la urda al recuerdo mortaja,
lo sé, moriré sola.
Rbk
1 comentario:
Querida Rebeca: qué lindo estés de nuevo. Tu poema Elegía, llega hondo al corazón que siente como yo ese desasosiego en la nostalgia.
Gracias.
Besos,
Migdalia
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