Que no sepan nunca que estuve llorando,
que no lo sospechen en horas inciertas,
que nunca se enteren de la melancolía
que tengo en los ojos por el mar de tu ausencia.
Que nunca imaginen que en mis soledades
lloraba en mis manos alguna guitarra,
y un poema se escapaba del alma,
llevándose en alas de una gaviota
el te amo
que se perdió en las huestes de tu corazón.
Que no se den cuenta que te miro de lejos,
que a hurtadillas escucho el piano que tocas,
que tu voz me arrulla sin hablarme nunca,
y tu pecho guarda en un cofre sellado
el secreto cierto
del amor que sólo tú
sabes que te pertenece,
Que no sepa nadie, que nadie lo intuya,
que sólo tus manos recorran mi piel,
que sólo tu boca beba de mis besos,
que sólo la brisa que a ti ya te envuelve
sea la mensajera de todo mi sentir.
Que no se den cuenta, que nadie lo sepa,
que todos lo ignoren, que sólo tú, vida mía,
sepas que en mis versos eres,
el amor inmenso que siento por ti.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al secar una lágrima, al sonreír pensando en ti, al confesar el sentimiento.
Agosto 06 de 2004
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