lunes, mayo 28, 2007

Declaración de amor 1[María Eugenia Caseiro]



declaración de amor 1


amo los vasos borrachos que sonríen
los que beben su champagne en buena hora
los de pisada suave
.......................los de voz olorosa
los vasos asesinos de estocada tan fría

amo los vasos inocentes amo
los vasos nevados de caricias
amo los vasos que contienen
los que pierden la noción
el sueño y la cordura

amo los vasos satisfechos
los vasos que no tiemblan al borde de la duda
los que no sufren porque no los comprenden
los que se burlan del amor
los que aman todavía

amo esos vasos que saben de miradas
que entienden el dolor
los que distinguen
.....................silentes de locuaces
amo los vasos
aquellos olvidados

amo los vasos vírgenes de angustias
el vaso irreverente
......................el religioso…
amo la austera desnudez del vaso
que nunca se ha dejado besar.




María Eugenia Caseiro

7 comentarios:

Unknown dijo...

Vaya, vaya Mariu, supremos versos vanguardistas. Qué vasos, chica, qué vasos, abrazos desde el Perú querida amiga, Julia

Anónimo dijo...

gracias miggy por la expocición y la imagen y a julia por su grata presencia
me

Anónimo dijo...

oye poeta , Mariú , que bello amalgama este poema distinguido en sabores y sentimientos con la también bella imagen seleccionada. Felicitaciones.

Marisa Aragón Willner.

Anónimo dijo...

Marisa me ha dado a leer este poema, el tema elegido es un acierto , expresa mucho este poema hasta la declaración de amor por lo que subyace en presencia de los vasos. imagen de colores netos que acompaña. María Eugenia felicitaciones.

Ana

Anónimo dijo...

ana^ muchas gracias por leer y comentar^ y a marisa por la difusión de mi trabajo^
mis cariños^
mariú

Elisabet Cincotta dijo...

Me gusta este poema donde tu letra transuta por tu propio ser.
besos
Elisabet

Migdalia Beatriz dijo...

Querida Mariú: siempre es un placer tener tu palabra en estos poemas tan tuyos, tan de describir en un objeto como un vaso , el contenedor de la vida misma.

Gracias por habitar este espacio nuestro.

Besos,
Migdalia